Una salsa bien hecha y sabrosa suele ser la clave para
convertir un buen plato en una obra maestra, y pocas salsas son tan versátiles
y populares como la de tomate. Es el
acompañamiento perfecto para carnes, aves, pescado, verduras y huevos cocinados
de la forma más sencilla y tambien es la base ideal para estofados, guisos y
pasteles.. Es el aliño perfecto para la
pasta, el ingrediente imprescindible para la pizza clásica y una salsa
irresistible para mojar, ya sea fría o caliente.
Una salsa de tomate sencilla es muy fácil de preparar y está
lista en un momento. No hay riesto de
que se corte y no necesita mucha atención mientras está en el fuego. Se puede preparar antes y luego calentarla,
sus ingredientes son económicos, se encuentran fácilmente, y se conserva muy
bien en el frigorífico y en el congelador.
El tomate combina tan bien con todo tipo de ingredientes
(desde guindillas hasta champiñones, almendras o aceitunas) que las opciones
son prácticamente infinitas. Hay
versiones sustanciosas que llevan beicon, queso, maíz dulce, alubias y otras
verduras; salsas picantes con cñalidos toques orientales, fuertes guindillas
mexicanas, sutiles sabores indios, o inconfundibles aromas barbacoa; salsas
contundentes con nata, mantequilla, yogur, vino o jerez y salsas de intenso
sabor con aceitunas, alcaparras, naranja, rábano, anchoas o manzanas.
El tomate es el ingrediente principal de la salsa de tomate
base, pero existe una cierta controversia sobre si es preferible utilizar
tomates frescos o en conserva. Los
tomates frescos que han madurado al sol son dulces y tienen mucho sabor (sobre
todo si se han cultivado en casa) y el resultado será casi con total seguridad
una salsa deliciosa. Si por el
contrario, los tomates que no son de temporada, a menudo importados antes de
que hayan madurado, suelen ser acuosos e insípidos. El tomate en conserva de calidad puede
compararse en cualquier época del año y es perfecto para preparar una salsa de
tomate. De hecho, en las degustaciones a
ciegas, mucha gente es incapaz de diferenciar entre una misma salsa preparada
con tomates frescos o en conserva, o incluso prefiere la salsa hecha con
tomates en conserva.
Como no es temporada de tomate, yo me he ido a lo seguro y
he utilizado conserva de tomate natural triturado marca Hacendado (Mercadona),
pero en cualquier supermercado puedes encontrar conserva de tomate de gran
calidad.
Ingredientes: para Salsa de tomate base
(Para 600 ml)
Aceite de Oliva Virgen
Extra
1 cebolla picada fino
1 diente de ajo picado fino
1 tallo de apio picado fino
400g de tomates en conserva troceados o 500g de tomates maduros sin el tronco, pelados y
picados
2 cucharadas de concentrado (pasta) de tomate
Azúcar moreno al gusto
1 cucharadita de especies secas + 2 hojas de laurel
100 ml de agua
Sal y pimienta
Preparación:
Echar un buen chorrete de AOVE y calentarlo.
Añada la cebolla, el ajo y el apio al aceite caliente. Rehogue durante 5 minutos, removiendo de vez
en cuando hasta que las verduras se hayan ablandado. Incorpore el tomate, el concentrado (pasta)
de tomate, el kétchup, las especias y el agua. Salpiméntelo al gusto. Llévelo a ebullición a fuego medio y, a
continuación, baje el fuego y deje que hierva durante 15 o 20 minutos,
removiendo de vez en cuando, hasta que se haya espesado.
Esta es la receta que voy a utilizar a partir de ahora como
base para preparar curris, comida mexicana, salsas para pastas, etc.
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