PAN DE MUERTO... (que por cierto, está de muerte!!!)

Aquí estoy un mes más, cumpliendo con el reto de Clara, Daniela, Salomé y Virginia, las chicas de Bake the World, que esta vez nos proponen "Pan de Muerto".

En México, país al que adoro desde siempre, encontramos esta tradición, presente desde los primeros años de la colonia, que está cargada de muchos simbolismos, incluso de varios que, ni los propios expertos han logrado esclarecer por completo.

Este pan se considera una verdadera obra de arte de la panadería mexicana.  Por ejemplo, hay quien dice que los huesos hechos de masa representan los del difunto a quien se recuerda, otros, que representan los cuatro puntos cardinales.  Incluso, en algunos sitios tienen la creencia de que sus ingredientes están asociados a los frutos de la tierra y de la vida.

En México, el Pan de Muerto se elaborada de diversas maneras, dependiendo de la región.  En algunas se realiza en formas de animales, mientras que en otras, se le agrega azúcar roja para asemejar la sangre.

El día de los Muertos está considerado la tradición más representativa de la cultura mexicana.  La celebración se lleva a cabo en dos días: el 1º de noviembre es dedicado al alma de los niños y el día 2, al alma de los adultos.

El origen del Dia de Muertos tiene antecedentes relacionados con el mestizaje, ya que comprende rasgos culturales indígenas y españoles, que al mezclarse, dieron lugar a todos los ritos y ceremonias que se realizan alrededor de la festividad.

La creencia popular es que las almas de los seres queridos que se nos fueron regresan de ultratumba durante el Dia de Muertos.  Por ese motivo, se les recibe con una ofrenda donde se coloca su comida y bebida favorita, frutas, calaveritas de dulce, etc.

Me encanta conocer tradiciones de otros paises.  Ésta para mi era casi totalmente desconocida.  La primera vez que vi algo sobre esta tradición mexicana fue en la película "El Mexicano" (Once upon a time in Mexico), con Antonio Banderas, Salma Hayek, Mickey Rourke, Johnny Depp, entre otros.  Me sorprendió ver tanta comida y bebida en el cementerio.

Cuando yo era pequeña, mis abuelos me llevaban al cementerio la víspera del dia 2 de noviembre.  Llevaban flores a las tumbas de los familiares y encendían velas.  Cuando éstas se extinguían nos marchábamos a casa.  No sé si esta tradición aún existe en Cuba.  Nosotros, los niños nunca protestábamos, pues claro allí jugábamos entre las tumbas con primos, amiguitos y los niños que estaban con los familiares de las tumbas vecinas.  Todo ésto contado así parece "algo macabro"... pero es parte de las tradiciones de cada país.

Más tarde, cuando nos fuimos a vivir a EE.UU., allí conocí la tradición de Halloween, que también es una manera de rendir tributo a los muertos... pero esa persiana la "desenrrollaré" en otro momento que toque, ya que es hora de ponerme con la receta.

Mi receta la copié de Mayte, del fantástico blog "Rusttica".  Mayte es mexicana y tiene un blog fenomenal, del que yo siempre ando robando recetas...

Gracias, Mayte!

Ingredientes:

• 250g de mantequilla a temperatura ambiente
• 10 g de levadura química
• 1/3 taza de agua tibia
• 1 cucharada de azúcar (Yo: azúcar morena)
• 3 tazas de harina
• 2 huevos batidos ligeramente
• 6 yemas
• 3 cucharadas de agua de azahar (Yo: Vainilla)
• 1 taza de leche condensada
• 1 huevo + leche para barnizar

Preparación:

1.- Disolver la levadura en el agua tibia, agregar el azúcar más la media taza de harina.  Incorporar hasta tener una pasta suave.  Dejar reposar por aproximadamente 20 minutos.  Cuando aparezcan las burbujas por encima, ya estará lista la esponja.

2.- Tamizamos la harina restante sobre una mesa y formamos un hueco en el centro. Agregamos las yemas, huevos batidos, la leche condensada, la mantequilla y el agua de azahar.  Mezclar con las manos (Yo: KitchenAid) a Vel. 1).  Al final, mientras continua mezclándose, se le agrega la esponja que habíamos dejado en reposo.

3.- Continuamos amasando hasta que la masa de despegue de la mesa de trabajo o del bol del robot con el cual estemos trabajando.  En este punto, puede o no necesitar más harina, si está demasiado floja, dependiendo del clima o del tipo de harina que hayamos utilizado.  Una vez lista, (cuando esté elástica), vaciamos en un recipiente hondo, ligeramente engrasado y dejamos en reposo hasta que haya doblado su volumen. Aproximadamente, 2 horas.

4.- Reservamos 250 g de la masa para formar las canillas y el centro del pan.  Las canillas que darán forma a los huesitos se hacen pasando los dedos por encima de las masas de arriba hacia abajo, se hacen dos por pan, para cruzar las bases y que representan los cuatro puntos cardinales.  Reservar. 

5.- Ahora, dividimos la masa en 5 partes de 200 g cada una para panes medianos, o 10 piezas de 100 g cada una, para panes más pequeños.  Amasamos cada bola, aplanamos un poco para formar la base, cruzamos las canillas que hemos hecho antes, pegando con agua o huevo batido y coronando con una bolita encima.

6.- Colocamos en una bandeja de horno y dejamos hasta que haya doblado su volumen.  Barnizamos con huevo batido al cual le hemos añadido una cucharada de leche.  Espolvoreamos entonces con bastante azúcar.  Horneamos a 180ºC durante 30 minutos, o hasta que estén dorados por encima!!!

El resultado es un pan crujiente por fuera con una miga suave y muy esponjosa por dentro.  Los mexicanos la acompañan con chocolate caliente y lo toman ese dia con familiares y amigos.