Hace 30+ años, cuando éramos estuvimos en Ávila. Más de 10 años después, allí fuimos a llevar a nuestros hijos, y nos dijimos que regresaríamos con tiempo para fotografiar las murallas, las iglesias, las calles empedradas, pasear, comer…y por qué no, para disfrutar de la gente de Ávila, tan amable y siempre dispuesta a ayudar al forastero. Caminando por sus calles te transportas a la España Medieval.
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Que hermosas murallas antiguas y altas y tan pintorescas con sus flores! Bello lugar al que volviste de visita!
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