No la conociáis??? Pues yo tampoco!!!
Estamos hablando de una de nuestras harinas más especiales.
Se trata de una harina proveniente de la molienda de trigo duro. Sin ningún tipo de conservantes ni aditivos químicos, harina panadera 100% natural.
Su color es algo más amarillento, es una harina sin blanquear y resulta una harina más áspera y menos refinada que la harina panadera blanca o la de fuerza.
Si hablamos de fuerza, nos encontramos ante una harina de media fuerza, muy válida para la panificación y de una textura y un sabor diferente a las más refinadas.
Es justo esa falta de refinado lo que hace de esta harina una harina especial, con un color más natural y un sabor algo más dulzón e intenso.
Para qué se puede utilizar? Por su textura, sabor y color, es especial para elaborar lo que en Málaga se conoce como "pan cateto". Un pan rústico de masa dura, asentado y poco alveolado. Su color amarillento y su textura poco refinada la hacen especialmente recomendable para espolvorear nuestros panes y darles un toque más rústico.
Resulta muy interesante elaborar panes mezclando harinas de diferente fuerza y texturas. Así iremos comprobando por nosotros mismos cómo se comportan unas y otras y los resultados que vamos obteniendo con cada una de ellas."
Héla aquí...
PARA 3 CHAPATAS
Ingredientes:
1-3/4 tazas de agua templada
4 cucharadas de leche desnatada templada
4-1/2 tazas de harina recia
1 sobre de levadura seca activa (Yo: 20g levadura fresca prensada)
2 cucharaditas de sal 3 cucharadas de aceite de olvia
Poolish:
3 tazas de harina recia, y un poco más para espolvorear
1-1/4 cucharaditas de levadura seca activa (Yo: 10 g de levadura fresca prensada)
1 taza rasa de agua templada
Nota importante: Si utilizas levadura seca activa, tamízada con la harina. Si utilizas levadura fresca prensada, mézclala con el agua templada.
Preparación:
2.- Verter en el “poolish” el agua mezclada con la levadura y la leche, e ir añadiendo la harina y a continuación la sal y el aceite. Mezclar a velocidad 1 durante 1 minuto. (A mano: añadir de forma gradual mientras bate con una cuchara de madera. Ir añadiendo la harina y la levadura a puñaditos amasando con la otra mano. Por último, incorporar la sal y el aceite). La masa tiene que quedar muy húmeda: no añadir más harina. Colocarla en el banettón y dejar que leude en un lugar cálido de nuevo, lejos de corrientes de aire durante 2 horas, hasta que doble su volumen.
3.-Espolvorear 3 bandejas con harina. Con una espátula dividir la masa en tres sin que pierda el aire y poner una porción en cada bandeja. (Yo: Coloqué las 3 chapatas en una misma bandeja sobre papel vegetal.) Enharínese las manos y dé a las porciones forma rectangular; luego, aplánelas un poco. Espolvoreélas con harina (blanca) y déjelas leudar en un lugar cálido (lejos de corrientes de aire) durante 30 minutos.
4.-Mientras tanto, precaliente el horno a 220ºC. Cueza las chapatas de 25 a 30 minutos, hasta que la corteza se dore y suenen a hueco al golpear la base con los nudillos. Páselas a una rejilla metálica para que se enfríen.
Nota Importante: Yo: Después de tener el horno precalentado a 220ºC, bajé la temperatura a 180ºC y estuve horneando mis chapatas durante 45 minutos en total, ya que después de 30 minutos, cuando las saqué, a pesar de sonar hueco al golpearlas con los nudillos en la parte inferior, cortamos una, (en nuestro desespero por probarlas... aún calientes) y la masa no
estaba del todo hecha, así que las regresamos al horno durante unos 15 minutos más.