Uno de los momentos más importantes en mis cursos de fotografía y en mi vida personal como fotógrafo es el amanecer.
Después de vivir este precioso momento decenas de veces de forma colectiva me doy cuenta que más allá de la luz, de la magia del sol apareciendo entre las flores, hay algo que lo hace aún más hermoso, y es esa sensación de haber madrugado, de haberse puesto la ropa rápidamente, de encontrarte con un grupo de caras dormidas pero con una sonrisa enorme.
Cantidad de veces te has dicho: “Mañana madrugo y aprovecho el día…“. ¿lo has hecho? Yo no lo consigo siempre, pero cada vez que lo hago, y salgo a hacer fotos, al volver, a media mañana, con un puñado de bellas imágenes, mientras preparo el desayuno, tengo la sensación de que el día ya ha valido la pena y cada cosa que hago tiene un poquito más de sentido que el día anterior. (Alvaro Sánz)
Increible, pero cierto! En diferentes puntos de la geografía muchas personas hacáin lo mismo que yo: tomar fotos para el proyecto "Amanecer"!
He fotografiado el amanecer en otras oportunidades pero casi inconscientemente, ya que lo he hecho cuando hemos estado de viaje. Solemos salir de casa sobre las 04,00h-05,00h y de camino a Galicia, San Sebastián, etc., mientras mi marido conduce, suelo aprovechar y fotografiar el cielo según sale el sol..
Esta vez fue una experiencia conciente!! Primero, miré a ver a que hora salía el sol en Madrid y puse la alarma en el móvil. Me desperté, me asié rapidit, bebí un gran vaso de agua y marché. Ya lo tenía todo listo y sabía que parte del pueblo fotografiaría. Me fui a lo más alto del pueblo desde podía ver tanto el norte, como el sur...
Así amanece mi pueblo. Así amanece El Molar...
El Molar (Norte)